El éxtasis o MDMA es una droga psicoactiva que provoca cambios en la actividad del encéfalo, lo cual genera alteraciones en la percepción y el estado de ánimo. Pertenece al grupo de las fenilalquilaminas, al igual que la mescalina. Fue desarrollado en 1912 por la compañía farmacéutica Merck, pero no se popularizó como droga recreativa hasta finales del siglo XX. Uno de los efectos del éxtasis es la euforia y la empatía, de ahí que se haya convertido en una de las drogas más utilizadas en fiestas.
Qué efectos tiene el éxtasis en el organismo
El éxtasis es una sustancia empatógena que libera en el cerebro grandes cantidades de dopamina y serotonina, lo que causa sensaciones positivas y agradables de amistad y amor. También tiene efectos alucinógenos que hacen que el entorno se vea distorsionado e intensamente colorido.
A nivel físico, el efecto más común es el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial. La temperatura corporal también puede elevarse considerablemente, lo que, junto con la actividad física intensa y la falta de hidratación adecuada en ambientes calurosos como las fiestas, puede llevar a episodios de hipertermia. Otro efecto del éxtasis en el cuerpo es la tensión muscular, especialmente en la mandíbula, lo que a menudo causa bruxismo (rechinar de dientes).
Se suele comercializar como polvo cristalizado o en pastillas de diferentes tamaños y colores, generalmente con algún logotipo impreso. El éxtasis es una de las drogas recreativas más consumidas, junto con la cocaína y la marihuana. Sus efectos estimulantes permiten que los consumidores puedan bailar durante muchas horas sin cansarse y sin sentir sed o hambre, por lo que su uso está asociado comúnmente a entornos festivos como raves y discotecas.
Cuánto duran los efectos del éxtasis
Los efectos del éxtasis suelen comenzar a percibirse a los 30 o 45 minutos de su consumo. Pero ¿cuánto dura el efecto del éxtasis? Las sensaciones placenteras son temporales y suelen durar entre 4 y 6 horas, dependiendo de la dosis, de la persona y del contexto.
A medida que la droga se metaboliza, los niveles de serotonina en el cerebro disminuyen abruptamente, lo que puede llevar a una “resaca de éxtasis” o “bajón”, caracterizada por depresión, ansiedad, irritabilidad y fatiga extrema. Este periodo puede durar varios días, dependiendo de la cantidad consumida y de la frecuencia del uso.
Qué consecuencias tiene el consumo de éxtasis
Ya sabemos cuáles son los efectos del éxtasis, pero lo más importante es conocer los riesgos y consecuencias negativas.
A corto plazo, el éxtasis puede causar efectos secundarios desagradables como dolor de cabeza, náuseas, sudor, sofocos o escalofríos, piernas inquietas, tensión en la mandíbula, rigidez muscular, pensamientos desorganizados o sensaciones de despersonalización. A nivel psicológico, puede causar comportamientos imprudentes debido a la desinhibición y la euforia, lo que supone un riesgo real de accidentes y lesiones. La combinación de éxtasis con otras sustancias, como alcohol u otras drogas, puede potenciar los efectos adversos y aumentar el riesgo de sobredosis.
El consumo habitual de éxtasis puede tener efectos perjudiciales permanentes en el cerebro. Estudios han demostrado que el uso repetido de esta droga puede provocar un daño irreversible en las neuronas que liberan serotonina. Las consecuencias de esto pueden ser dificultades cognitivas, problemas de memoria y trastornos emocionales como ansiedad y depresión crónica.
Otro aspecto preocupante es el hecho de que las pastillas de éxtasis que se comercializan en el mercado ilegal a menudo están “cortadas” con otras sustancias, como metanfetaminas, cafeína, ketamina, selegilina, anfetaminas o incluso otras drogas sintéticas más peligrosas, por lo que el efecto puede ser imprevisible.
El uso repetido de éxtasis suele generar tolerancia, lo que significa que la persona necesita consumir dosis mayores para obtener los mismos efectos que al principio. Por otra parte, no suele causar dependencia física en el mismo sentido que sustancias como los opioides o el alcohol. Sin embargo, puede llevar a una dependencia psicológica, donde la persona siente una fuerte necesidad de consumir la droga para experimentar sus efectos positivos.
El riesgo de sobredosis con esta droga existe, aunque es menos frecuente que con otras sustancias. Una sobredosis de MDMA puede resultar en efectos graves como hipertensión, hipertermia (aumento peligroso de la temperatura corporal), convulsiones y, en casos extremos, fallo renal o cardíaco. Estos riesgos aumentan si el MDMA se mezcla con otras sustancias o se consume en un ambiente que favorece el sobrecalentamiento y la deshidratación, como en fiestas o discotecas.
Podemos resumir que los efectos del éxtasis pueden afectar gravemente la salud de las personas que hagan uso de esta droga de forma habitual. Si tienes problemas de adicción, o los tiene algún ser querido, no dudes en pedir ayuda a nuestro equipo de expertos. El camino no es fácil, pero con el apoyo adecuado podrás recuperar tu vida en poco tiempo.