El alcohol y la depresión guardan una estrecha relación, desgraciadamente promovida por nuestro acervo cultural, pero en unos términos bastante diferentes a los que promulga la creencia popular; la conexión entre el alcohol y la depresión constituye una combinación altamente peligrosa.
Relación entre alcohol y depresión
«Beber para olvidar»
Detengámonos en la creencia popular de que beber alcohol es la mejor solución para olvidarse de los problemas, pero ¿realmente funciona así? La experiencia nos dice que nadie mejora sensiblemente su estado de ánimo a raíz del consumo de alcohol, y ni mucho menos el alcohol soluciona sus problemas (más bien, al contrario).
¿El alcohol es depresivo o antidepresivo?
La respuesta es tajante: el alcohol es claramente depresivo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ratifica que el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central.
Alcohol y depresión: un círculo vicioso
El verdadero problema estriba en la relación concomitante del alcohol y la depresión: al beber alcohol con depresión, el sistema nervioso central es víctima de los efectos depresores de esta sustancia, lo que retroalimenta el malestar y alienta el consumo. De esta forma, se cierra el círculo.
Otros efectos del alcoholismo
Además de influir negativamente sobre un estado depresivo, el alcohol contribuye a modificar los niveles de algunos neurotransmisores del cerebro como la serotonina, sustancia responsable de la regulación de los estados de ánimo, deseo sexual, agresividad, ciclos de sueño, digestión y temperatura.
Por consiguiente, no solo la depresión está relacionada con un consumo del alcohol, sino también con la pérdida de la libido, la dificultad de socializar, la mala higiene del sueño y las alteraciones gastrointestinales.
El Alcohol y la Ansiedad
La ansiedad merece un punto y aparte De la alteración de los neurotransmisores se desprende que la persona bebedora no solo no calmará tu ansiedad al beber, sino que tal ansiedad se verá potenciada tras una ingesta prolongada, pudiendo esta durar hasta un día entero.
Dicha ansiedad también se hace patente en el ámbito social: la persona que la sufre no puede hacer frente con naturalidad a las interacciones sociales, y necesita la ayuda del alcohol. De esta forma, las relaciones sociales del bebedor también se anclan al consumo de alcohol.
Efectos del consumo simultáneo de alcohol y antidepresivos
A raíz de la espiral generada entre el consumo de alcohol y los estados depresivos reiterados, es lógico que las personas opten por ingerir fármacos antidepresivos.
No obstante, la combinación de alcohol y antidepresivos es un error garrafal: no solo los antidepresivos no podrán cumplir con su función, sino que ambos tipos de sustancias inhibidoras del sistema nervioso central actuarán sin control y exacerbando sus efectos.
Por un lado, la persona sufrirá de efectos sedantes, que se hacen visibles en:
- Descoordinación de movimientos
- Ralentización y mengua cognitiva
- Alteraciones de los patrones de sueño
- Somnolencia exagerada
Por otro lado, cabrá esperar que se manifiesten alteraciones en el carácter, tales como una mayor irritabilidad, una mayor propensión a los cambios de humor, e incluso la adopción de una conducta pasivo-agresiva.
Cómo romper con esta relación entre la depresión y beber alcohol
Abstinencia
Dejar de beber es el paso más difícil para una persona bebedora, pero es la única manera de que los problemas que el consumo del alcohol genera en una persona se erradiquen por completo. Además, los fármacos antidepresivos no funcionarán si la persona sigue consumiendo alcohol.
La dificultad que reviste este proceso es la recurrencia de la ansiedad por un periodo que podría alcanzar los tres meses, como parte del síndrome de abstinencia.
Centros de desintoxicación
Es muy difícil que alguien abandone el consumo de alcohol sin ayuda y sin el cariño, bien de sus seres queridos, bien de otras personas que también luchan contra su adicción y que se apoyan mutuamente en estos centros.
Tratamientos especializados
Recomendamos acudir a centros especializados en el tratamiento del alcoholismo, donde el paciente reciba una atención integral y personalizada a nivel psicológico y médico , con profesionales que le acompañen durante la ardua tarea de abandonar su adicción.
Desde Málaga, en Control Clinic nos hemos especializado en el tratamiento de adicciones al alcohol, y ponemos todos los medios a nuestro alcance para romper el ciclo que forma junto a la depresión. No deje de consultarnos.
Dr. Jose Caracuel
Doctor en Medicina y Psicología