El delirium tremens representa la cara más aterradora del alcoholismo. A nivel internacional, se estima que entre el 5 % y el 12 % de los alcohólicos pueden llegar a padecerlo. Dado que, con el tratamiento adecuado, su tasa de mortalidad se reduce del 25-40 % al 0-1 %, conviene que comiences a informarte acerca del mismo.
Qué es el delirium tremens
Los síntomas de la abstinencia al alcohol encuentran en el delirium tremens (DT) su tercera y más peligrosa etapa. Este trastorno es el resultado de lo que llamamos «tormenta adrenérgica» o estado de hiperexcitabilidad del sistema nervioso central. No en vano, su aparición entraña un severo riesgo para la vida del paciente.
La química cerebral siempre busca el equilibrio. Cuando nos acostumbramos a recibir un suministro regular de alcohol, esta empieza a compensar sus efectos depresores mediante un proceso de sobreestimulación. Al interrumpir súbitamente el consumo de bebidas alcohólicas, el cerebro necesita tiempo para reajustarse y, mientras lo hace, despliega una serie de molestias que tienen en el DT su punto álgido.
La vinculación entre alcoholismo y delirium tremens comenzó a establecerse a partir de 1813. Fue entonces cuando se describió por primera vez este desequilibrio neuroquímico. También es conocido como delirio por abstinencia de alcohol (DAA), delirium alcoholicum o dementia a potu.
Los requisitos para desarrollar esta condición son:
- Sufrir de alcoholismo.
- Interrumpir bruscamente el consumo de bebidas alcohólicas.
- Que hayan transcurrido entre 48 y 96 horas después de la última bebida. Excepcionalmente, puede tardar hasta 7 o 10 días en aparecer.
Síntomas del delirium tremens
El latinismo que designa a delirio por abstinencia de alcohol describe perfectamente su sintomatología. Al fin y al cabo, se traduce como «delirio tembloroso». Estos síntomas suelen tardar de 2 a 3 días en desaparecer; no obstante, en los casos más graves o faltos de adecuado tratamiento pueden prolongarse durante varios meses.
Síntomas físicos del delirium tremens
- Intensos temblores en manos y pies
- Sudoración abundante
- Fiebre y cambios bruscos en la temperatura corporal
- Hipertensión
- Taquicardia
- Convulsiones
- Cefalea
- Dolor en el pecho
- Náuseas y vómitos
- Pupilas dilatadas
- Deshidratación
- Piel pálida y pegajosa
- Dificultad para respirar
- Pérdida de conocimiento
Síntomas psicológicos del DT
- Confusión grave y repentina (delirio)
- Alucinaciones de carácter visual, auditivo o táctil
- Desorientación espacio-temporal
- Agitación psicomotriz extrema
- Ataques de pánico y ansiedad intensa
- Irritabilidad y cambios bruscos del estado de ánimo
- Hiperactividad extrema
- Alteración de la memoria
- Paranoia
- Pesadillas intensas
- Somnolencia profunda que dura 1 día o más
Principales factores de riesgo
Las probabilidades de sufrir DT aumenta cuando concurren los siguientes factores:
- Patrón de consumo de alcohol: ser alcohólico durante más de 10 años y/o consumir más de 10 Unidades de Bebida Estándar (UBE) al día.
- Demografía: estadísticamente, es más habitual en varones de más de 30 años con un bajo nivel socioeconómico. El riesgo de padecer DT aumenta significativamente en la tercera edad.
- Condiciones médicas preexistentes: cirrosis, pancreatitis aguda, demencia, Parkinson, neumonía, traumatismo craneal, malnutrición, hepatitis, depresión, trastorno bipolar, etc. Haber experimentado DT o síndrome de abstinencia alcohólica con anterioridad incrementa significativamente el riesgo.
- Consumo concomitante de otras drogas (cannabis, cocaína, opioides, sedantes, etc.).
Tratamiento del delirium tremens
Es indispensable combatir el delirium tremens con un tratamiento a la altura de sus síntomas. Lejos de ser una mera resaca, se trata de una verdadera emergencia médica que precisa de atención especializada inmediata.
La fase más grave del síndrome de abstinencia alcohólica requiere necesariamente el ingreso en un centro de tratamiento de adicciones. Allí, los especialistas suministrarán los siguientes cuidados:
- Monitorización continua de signos vitales (temperatura, presión arterial, frecuencia respiratoria, etc.).
- Administración de tiamina (vitamina B1) por vía intravenosa.
- Tratamiento farmacológico a base de benzodiacepinas. En casos resistentes, se administrarán medicamentos de segunda línea junto con ventilación mecánica concomitante.
- Medidas de soporte: hidratación intravenosa intensiva a base de electrolitos, distracción de suplementos vitamínicos, restricciones físicas en casos excepcionales, etc.
Típicamente, la fase aguda requiere de 24 a 72 horas de internamiento. Una vez superada esta etapa crítica, es necesario implementar un tratamiento preventivo a largo plazo que incluye someterse a un periodo de desintoxicación completa y recibir asesoramiento psicológico.
Para vencer el delirium tremens es crucial ponerse en manos de especialistas. En Control Clinic llevamos más de 25 años dedicados a su tratamiento en Málaga. Pide cita en nuestro centro ahora.
