Popper es un término utilizado en el lenguaje coloquial para designar a un grupo de drogas químicas llamadas nitritos de alquilo y, en particular, al nitrito de amilo. Conozcamos los peligros derivados de los efectos del popper en el organismo humano.
El popper y sus características
El término popper comenzó a utilizarse en la década de los 60. En aquella época, un principio activo medicamentoso denominado nitrito de amilo se utilizaba para tratar enfermedades del corazón y se comercializaba en cápsulas o ampollas que había que romper para obtener la sustancia.
Al romperse, las cápsulas de nitrito de amilo emitían un ruido seco característico que en inglés es denominado «pop». Y de ahí proviene la palabra popper.
A día de hoy, se utiliza muy raramente para problemas cardíacos muy concretos y en las intoxicaciones por cianuro, pero su uso es mínimo porque los efectos del popper en el organismo son tan perjudiciales que los daños causados no suelen compensar a los beneficios obtenidos.
Pese a que tiene fama como sustancia desodorante, una de las contraindicaciones del popper es precisamente esa: nunca debe usarse popper para desodorizar una habitación ni el cuerpo, ya que no es, en absoluto, un desodorante eficaz.
El popper como droga
El popper es muy utilizado como droga recreativa. Se administra en forma de vapores que se inhalan directamente de pequeños recipientes herméticos y es barato y fácil de adquirir. Puede encontrarse con relativa facilidad en internet y en algunos sex shops, en los que tiene fama de ser un potenciador de la actividad sexual.
Por sus efectos breves e intensos, el popper se utiliza a menudo como complemento de otras drogas de diseño, como el ácido y el éxtasis.
El consumo no está necesariamente asociado al sexo: muchos consumidores utilizan el popper con el propósito exclusivo de experimentar «subidones» intensos y rápidos.
Cuáles son los efectos del popper a corto y a largo plazo
El popper produce efectos a corto y a largo plazo. Analicémoslos por separado:
Efectos inmediatos
El popper actúa muy rápidamente, produciendo un «subidón» casi inmediato que dura solo algunos minutos. Hay personas a las que les gratifican los efectos del popper como droga, pero otras los encuentran perturbadores y desagradables.
El popper es un vasodilatador, por lo que la presión sanguínea desciende rápidamente, lo que provoca aturdimientos y pérdida de fuerza muscular e incluso de la consciencia.
Al mismo tiempo, el ritmo cardíaco se acelera incluso si la persona está relajada, con frecuentes manifestaciones de taquicardia.
Otro efecto del popper es la relajación de los esfínteres, razón por la cual se asocia a algunas prácticas sexuales. Además, algunos usuarios afirman que, durante el sexo, aumenta la intensidad de las sensaciones.
Efectos secundarios a medio y largo plazo
Se han identificado varios efectos secundarios del popper derivados de su uso continuado en el tiempo:
- Puede provocar una serie de irritaciones cutáneas en zonas cercanas a la nariz, la boca, los labios y la cara. Esto puede llevar a un diagnóstico erróneo de impétigo, tiñas o dermatitis seborreicas graves. Estos problemas cutáneos desaparecen abandonando el consumo de popper.
- Irrita las vías respiratorias provocando sinusitis, dificultades respiratorias y sibilancias, junto con reacciones alérgicas.
- Son comunes los casos de cefaleas leves y graves provocadas por el consumo habitual de popper.
- Incrementa la presión intraocular, por lo que su uso continuado aumenta la posibilidad de sufrir glaucoma, lo cual puede degenerar en ceguera total con el paso de los años.
- Los daños neurológicos provocados por el consumo habitual de popper pueden ser leves o graves según los hábitos de consumo. Algunos de ellos son irreversibles si el consumo se ha prolongado durante años.
Riesgos de consumir popper
Por si lo anteriormente indicado fuera poco, el consumidor de popper se arriesga a sobredosis con consecuencias letales: el riesgo de muerte en caso de sobredosis es elevado, ya que la mayoría de las sustancias que se venden como popper están adulteradas con otros ingredientes psicoactivos que potencian sus efectos.
Además, es una sustancia adictiva y el consumidor habitual adquiere tolerancia muy rápidamente: cada vez crea más adicción y necesita dosis mayores y es más resistente a los efectos del popper, lo que multiplica todos los riesgos asociados a su consumo y la probabilidad de sufrir una sobredosis.
Dr. Jose Caracuel
Doctor en Medicina y Psicología