El aspecto físico de un alcohólico: cómo afecta el alcohol al cuerpo

Rostro demacrado común en personas con alcoholismo crónico.

El alcoholismo es una enfermedad especialmente perniciosa, puesto que a la larga termina siendo la causa principal de que se desarrollen otras enfermedades, muchas de las cuales inciden directamente en el aspecto físico de un alcohólico.

Conque conozcamos la larga lista de trastornos orgánicos inducidos por la adicción al alcohol y cómo algunos de estos problemas internos pueden percibirse a simple vista.

Qué cambios físicos provoca el alcohol en el cuerpo

A nivel orgánico, los alcohólicos son especialmente proclives a padecer:

Enfermedades hepáticas

Las más habituales son el hígado graso, la hepatitis alcohólica, la fibrosis y la cirrosis. Y eso sin contar con que el alcoholismo es uno de los factores de riesgo de desarrollo de cáncer de hígado.

Trastornos renales

Aunque el alcohol no afecta directamente a los riñones, puede provocar deshidratación permanente en los grandes consumidores, lo que afecta a la capacidad del riñón para filtrar toxinas y aumenta el riesgo de padecer cálculos renales.

Afecciones del sistema cardiovascular y del corazón

Entre ellas, hipertrofia cardíaca, arritmias, hipertensión, miocardiopatía alcohólica y un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares.

Afectación de las funciones cerebrales

El alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro, afectando a condiciones tan distintas como el estado de ánimo, la memoria, la coordinación y la capacidad de pensar con claridad.

Alteraciones metabólicas

El alcohol altera el metabolismo de la glucosa y los lípidos, generando resistencia a la insulina y un mayor riesgo de padecer diabetes del tipo 2.

Además, puede ser la causa de que la persona adicta experimente notables aumentos o pérdidas de peso corporal.  El primer caso suele ocurrir cuando la persona alcohólica no pierde el apetito. A las calorías correspondientes a la alimentación, se suman las provenientes del consumo de alcohol.

Y la probabilidad de que el alcohólico tenga sobrepeso es mayor cuando consume gran cantidad de bebidas alcohólicas de alta graduación, combinadas con refrescos azucarados. Por el contrario, la pérdida de peso se manifiesta cuando el alcohólico:

  • Pierde el apetito o descuida su nutrición diaria.
  • Padece algún trastorno orgánico o metabólico grave, derivado de su adicción al alcohol.

Afecciones dermatológicas

El alcoholismo provoca síntomas dermatológicos que se derivan de los trastornos anteriormente señalados, caso de la sequedad de la piel, la descamación cutánea, el enrojecimiento facial permanente y el envejecimiento dérmico prematuro.

El aspecto físico de un alcohólico: signos visibles de la adicción

Además de las señales dermatológicas anteriores, existen otras huellas visibles que pueden ser indicativas de un consumo excesivo y prolongado de bebidas alcohólicas:

  • Además del característico enrojecimiento facial, muchos de los adictos al alcohol desarrollan telangiectasias en su rostro. Se trata de acumulaciones de pequeños vasos sanguíneos violáceos y dilatados, que se manifiestan especialmente en la nariz y en las mejillas.
  • Otro de los síntomas característicos son los ojos permanentemente enrojecidos, fenómeno que obedece a la dilatación de los vasos sanguíneos oculares y a la deshidratación.
  • Son muy habituales la hinchazón del rostro o de los párpados, provocadas por la retención de líquidos y/o las alteraciones hepáticas.
  • Además, la insuficiencia hepática puede provocar ictericia, es decir, una coloración amarilla de la piel y de la esclerótica ocular (la zona coloquialmente conocida como “el blanco de los ojos”).

Finalmente, los alcohólicos severos con muchos años de adicción a sus espaldas suelen presentar un aspecto físico sumamente demacrado, caracterizado por:

  • Una delgadez extrema.
  • Dificultades de coordinación motora y/o de movilidad.
  • La apariencia de ser personas de bastante más edad de la que realmente tienen.

Una reflexión final

Sin embargo, todos estos signos no son exclusivos de las personas adictas al alcohol: muchas afecciones médicas, así como las adicciones a otras sustancias, pueden generar deterioros similares y afectar a la percepción de un observador externo.

Concretamente, las personas que sufren enfermedades metabólicas, afecciones del sistema autoinmune y trastornos de índole alimenticia pueden presentar señales físicas externas muy semejantes a las anteriormente descritas.

Y lo mismo puede ocurrir con aquellas personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social o de falta total de recursos económicos, sin que ello tenga que estar necesariamente relacionado con el alcoholismo ni con ningún otro tipo de adicción.

Por tanto, procuremos evitar los juicios apresurados y prematuros: en Control Clinic opinamos que una persona con el aspecto físico de un alcohólico tiene derecho a que no se generen suposiciones apriorísticas sobre su vida. En cualquier caso, se trate o no de un adicto al alcohol, la comprensión y el respeto deben prevalecer sobre la especulación y los prejuicios.

Y si se trata de una adicción, la mejor manera de abordarla es acudiendo a un centro especializado como el nuestro. Nuestro equipo profesional es experto en el tratamiento de adicciones, así que, no dudes en contactarnos si tú o algún familiar cercano necesita ayuda.

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