El LSD es una droga que se diferencia de las demás en un aspecto muy concreto. Pero no son muchas las personas que saben qué es el LSD exactamente y cuál es esa diferencia. Conque los especialistas en adicciones y drogas de Control Clinic vamos a explicarlo:
Qué es el LSD y cómo actúa en el organismo
El LSD es un compuesto químico que en castellano se denomina «dietilamida de ácido lisérgico». A nivel coloquial, esta droga también es conocida como «ácido».
Se trata de una sustancia que procede del cornezuelo del centeno, un hongo alucinógeno. El LSD fue sintetizado por primera vez en 1938 por el químico de nacionalidad suiza Albert Hofmann.
Qué tipo de droga es el LSD y cómo interviene en la bioquímica cerebral
Sin entrar en nociones de química avanzada, el LSD es un compuesto que químicamente es muy similar a la serotonina, un neurotransmisor natural que interviene en procesos como la percepción sensorial, el estado anímico y el sueño.
Para entender como actúa, podría decirse que el LSD «engaña» a los receptores de serotonina del organismo, uniéndose a ellos como si fuera auténtica serotonina.
Pero no es serotonina, sino una droga extremadamente potente: unos pocos microgramos son suficientes para producir efectos psicoactivos intensísimos.
¿Por qué ocurre esto? Porque su forma molecular permite que se una a estos receptores y «encaje» perfectamente en ellos, como haría una llave en una cerradura.
Y una vez «encajado», el LSD altera radicalmente la comunicación neuronal, provocando una especie de caos en las redes cerebrales.
Una droga con efectos de muy larga duración
Además, el LSD es droga de efectos muy duraderos: quienes la consumen pueden llegar a permanecer drogados durante lapsos de hasta 12 horas.
Esto ocurre porque sus moléculas se enlazan con gran fuerza a los receptores de serotonina y estos receptores las «retienen» durante mucho tiempo, por lo que el organismo no puede comenzar a metabolizarlas.
¿En qué se diferencia de otras drogas?
La gran diferencia es que el LSD no produce adicción física. Es decir, la ausencia de su consumo no provoca síndrome físico de abstinencia. Pero sí que puede provocar una fuerte dependencia psicológica.
A cambio, se caracteriza por su alta capacidad de generar tolerancia. Es decir, para seguir experimentando sus efectos, los consumidores tienden a aumentar continuamente las dosis de LSD que se administran.
Qué efectos físicos y psicológicos tiene el LSD
Efectos psicológicos
- Alucinaciones visuales y auditivas: como percepción de luces de colores, formas cambiantes o sonidos inexistentes.
- Distorsión del tiempo y del espacio: sensación de que el tiempo se detiene, se acelera o retrocede.
- Sinestesias: mezcla irreal de sentidos, como «ver sonidos» o «escuchar colores».
- Placer, euforia o terrores intensos: las emociones son siempre extremas, pero pueden ser placenteras o totalmente aterradoras.
- Confusión mental, pensamientos acelerados y dificultad para concentrarse o razonar.
- Comportamiento delirante o paranoide: actitudes irracionales y sensación de estar siendo perseguido o vigilado.
- Experiencias místicas o existenciales: sensación de unidad total con otras personas, con animales, con objetos e incluso con el universo completo.
Efectos físicos
- Dilatación de pupilas.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Incremento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.
- Sudoración anormal.
- Sequedad bucal.
- Náuseas o malestar estomacal.
- Temblores.
- Insomnio.
Indicadores de consumo de LSD que debes conocer
El consumo de LSD puede confundirse fácilmente con el de otras drogas, puesto que muchos de los patrones de comportamiento de sus consumidores son comunes a los provocados por otras sustancias.
No obstante, dada la larga duración de sus efectos, es relativamente fácil sorprender a quien ha consumido LSD en alguna de las siguientes actitudes:
- Alucinaciones: hablar o interactuar con personas y cosas inexistentes.
- Discurso incoherente: frases sin ningún sentido e ideas ilógicas o delirantes.
- Cambios súbitos y repetitivos de humor: euforia, miedo, alegría, tristeza, etc.
- Dificultades de reconocimiento de personas, lugares y cosas.
Las dos señales físicas más evidentes son:
- Pupilas muy dilatadas y sensibilidad exagerada a la luz.
- Sudoración excesiva.
Finalmente, existe una evidencia que no deja prácticamente lugar a la duda: si frecuentemente se encuentran trocitos de papel secante en el aposento o las prendas de la persona de la que se sospecha, es casi seguro que está consumiendo LSD.
Y es que el LSD se ingiere por vía oral y sus «formas de presentación» habituales son:
- Papel secante impregnado en LSD (se chupa el papel hasta que se extrae toda la sustancia).
- Comprimidos o cápsulas que se ingieren directamente.
Riesgos y consecuencias del consumo de LSD
Los principales riesgos son:
- Posibilidad de que el consumidor sufra episodios psicóticos graves.
- Ataques incontrolables y prolongados de ansiedad o de pánico.
- Daños físicos graves, producidos durante los períodos de pérdida de control. Estos daños pueden afectar al propio consumidor o a terceras personas.
- Altísima probabilidad de que se genere una fuerte tolerancia a la sustancia y dependencia psicológica.
Y una vez explicado qué es el LSD y sus efectos, desde Control Clinic en nuestro centro en Málaga, advertimos de que consumir este ácido junto con otras drogas o alcohol multiplica sus efectos psicoactivos. Además, también aumentan los riesgos derivados de su consumo.