La mescalina es una droga poderosa que puede tener profundo impacto en la percepción y la mente humana. Puede ofrecer experiencias impactantes, pero su uso suele conllevar peligros a corto y largo plazo.
Qué es la mescalina
Para entender qué es la mescalina, debemos saber que se trata de un alcaloide psicodélico natural que se encuentra en ciertos cactus, como el cactus San Pedro (Echinopsis pachanoi), el peyote (Lophophora williamsii), o el cactus de los antiguos (Echinopsis peruviana). Esta sustancia ha sido utilizada durante milenios por diversas culturas indígenas de América del Norte y del Sur en rituales ceremoniales y religiosos.
La estructura química de la mescalina es parecida a la de las anfetaminas y prácticamente idéntica a la adrenalina. Actúa principalmente sobre los receptores de serotonina en el cerebro y produce intensos efectos alucinógenos.
La mescalina pura tiene aspecto de pequeños cristales de color rosa claro y tiene un sabor amargo. Se puede consumir por vía oral o inyectada.
Cuáles son los efectos de la mescalina
La mescalina produce una variedad de efectos psicoactivos que suelen variar en intensidad y duración dependiendo de la dosis y la persona que la consuma.
Los efectos comienzan entre 30 y 90 minutos después de su entrada en el organismo y pueden durar entre 8 y 12 horas. Los más llamativos son las alucinaciones visuales y auditivas. Los usuarios pueden ver formas geométricas, imágenes distorsionadas o percibir los colores con más intensidad.
También es frecuente que se experimente sinestesia, un fenómeno en el que se mezclan los sentidos. Además, se puede producir una alteración en la percepción del tiempo y el espacio.
A nivel emocional, las personas que consumen droga mescalina pueden experimentar una intensa sensación de euforia, felicidad, paz y conexión con los demás. Muchos usuarios reportan sensaciones de tipo místico y experiencias de unión con lo divino o con el universo.
Qué usos se le da a esta sustancia
Históricamente, la droga mescalina ha sido usada en ceremonias religiosas y rituales de sanación por diversas culturas indígenas. Los huicholes de México, por ejemplo, usaban el peyote en sus ceremonias para comunicarse con sus dioses y buscar guía espiritual. No se consumía de manera recreativa, sino que se le atribuía un propósito sagrado y curativo.
En tiempos más recientes, esta sustancia se ha convertido en objeto de interés con otras finalidades. Durante las décadas de los 50 y los 60, los científicos estuvieron analizando su potencial terapéutico para tratar trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el alcoholismo. Sin embargo, la investigación se detuvo cuando los psicodélicos se prohibieron en gran parte de los países al comprobarse que los riesgos eran superiores a los potenciales beneficios.
Qué riesgos supone la mescalina para la salud
La mescalina, como la mayoría de drogas de uso lúdico, acarrea una serie de riesgos para la salud que pueden variar de leves a severos. Los efectos secundarios más inmediatos suelen ser las náuseas y los vómitos. También puede producir un aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Aunque rara vez es letal, las dosis muy altas pueden llegar a provocar convulsiones y daños en algunos órganos.
En cuanto a los efectos psicológicos, las distorsiones de la realidad y las alucinaciones pueden provocar lo que se conoce como un “mal viaje”, es decir, un estado de fuerte paranoia, pánico y angustia durante el cual la persona afectada puede reaccionar de forma irracional e imprevisible.
Además, estas reacciones pueden ser peligrosas para personas con trastornos mentales como la depresión o la esquizofrenia, ya que puede desencadenar un brote psicótico.
Por otra parte, la mescalina genera tolerancia y dependencia psíquica, en la que la persona desea constantemente volver a experimentar sus efectos positivos. No suele provocar dependencia física ni síndrome de abstinencia.
Aunque esta sustancia es producida naturalmente por algunos cactus, también se puede encontrar mescalina como droga sintética producida en laboratorios para su comercio en forma de pastillas. Obtener esta sustancia a través del mercado negro significa exponerse a la posibilidad de consumir productos adulterados o contaminados con efectos adversos inesperados.
Como vemos, la droga mescalina no está exenta de peligros. Si bien la sobredosis es rara, puede actuar como desencadenante de diferentes patologías y trastornos mentales. Si tú o alguna persona de tu entorno tiene problemas de adicción con esta droga o cualquier otra, en Control Clinic te ayudaremos a recuperar el control de tu vida.