Recaídas en adicciones: cuáles son las causas y qué hacer en estos casos

Especialista en recaídas de adicciones en Málaga

Para tratar con éxito cualquier adicción es fundamental que haya un proceso de deshabituación. La deshabituación es el proceso terapéutico a través del cual el paciente desarrolla nuevas estrategias para afrontar sus problemas sin recurrir a sustancias o conductas adictivas. Una de las mayores inquietudes en este aspecto es la posibilidad de sufrir recaídas.

Posibles causas de recaída en adicciones y síntomas

Recaer en una adicción forma parte del proceso, y es una posibilidad que hay que tener presente, ya que es algo que ocurre con relativa frecuencia. El significado de una recaída no tiene por qué ser negativo, de hecho no quiero decir que se haya fracasado. En realidad forma parte del aprendizaje y ayuda a la persona a identificar errores y alcanzar un mayor autoconocimiento. Por eso es tan importante entender la recaída como una posibilidad para seguir mejorando.

Las causas pueden ser muy variadas: desde una situación de estrés o emociones negativas que no se gestionan bien, hasta moverse en ambientes donde la sustancia está presente. A veces un simple recordatorio, en una película o una serie, puede desencadenar un impulso que lleve a recaer.

¿Se puede identificar una recaída antes de que ocurra? La respuesta es sí, y justamente ahí está la clave. Todo paciente que haya pasado por un proceso de deshabituación, tendrá que enfrentarse, en muchos momentos, a la idea surgida en su mente de volver a consumir o caer en determinada conducta. Si la persona tiene las herramientas adecuadas, podrá bloquear la idea, e impedir que gane terreno. Si no las tiene, el pensamiento se transformará rápidamente en deseo, y el deseo está ligado a la emoción, por lo que en ese momento será más difícil frenar el impulso. El deseo da paso a la necesidad que suele llevar a búsqueda inmediata de la sustancia o la conducta que le reporta satisfacción.

Cómo prevenir una recaída en adicciones

Si se produce una recaída, lo primero de todo es evitar caer en el catastrofismo. La actitud ante la misma puede ser clave en el proceso de deshabituación. Minimizar el riesgo de recaída puede provocar un exceso de confianza y llevar a la persona a exponerse a situaciones delicadas que le lleven caer de nuevo en la adicción. En el otro extremo, considerar que la recaída es inevitable y que el tratamiento no sirve para nada, es otra postura que no ayuda en la recuperación.

 

Lo mejor para la prevención de recaídas en conductas adictivas durante el tratamiento, es que el paciente acuda a terapia con asiduidad y comunique a su psicólogo las diferentes situaciones a las que se enfrenta en su día a día. Comunicar todo lo que ocurre ayuda al terapeuta o psicólogo a comprender e identificar su gestión emocional y sus patrones de conducta ante las problemáticas cotidianas. Gracias a esto podrá saber si las reacciones y acciones del paciente son adaptativas y acordes con el tratamiento, y guiarle hacia conductas correctas en el caso de que la situación parezca a punto de descontrolarse.

¿Qué hacer si recaes en una adicción?

Ante las recaídas (por algunas personas sufren varias), es muy habitual que el círculo más cercano al paciente, se dejen llevar por ideas catastróficas y derrotistas. Es normal sentir mucha incertidumbre y miedo, y mientras que la familia trata de ayudar a su ser querido, la persona adicta se puede mostrar desafiante. Cuando una persona está decidida a consumir, los demás no deben bloquear ni interponerse en su camino, porque el paciente buscará los medios y la justificación para volver a caer en su adicción. Lo mejor es esperar a que el adicto decida por sí mismo terminar de nuevo con el consumo y proseguir (que no es lo mismo que reiniciar), con su tratamiento. El equipo de apoyo debe estar ahí para ayudarle a sobrellevar el impacto emocional, psicológico y físico de la recaída, para que pueda retomar cuanto antes las pautas de control.


¿Qué hacer en una recaída de drogas desde el punto de vista del paciente? Lo primero es salir del entorno o ambiente en el que se ha producido la recaída, para alejarse física y mentalmente de la sustancia o actividad que genera la adicción. A pesar de la recaída debe renovarse el compromiso con uno mismo a no consumir de nuevo, estableciendo metas a corto plazo, es decir, pasar el día presente sin consumir. Frases como ‘hoy me voy a dar un premio’ o ‘mañana empiezo en serio’ son una forma de autoengaño. El único premio que merece la pena es no tener que pasar de nuevo por el proceso de desintoxicación.

Son otros dos síntomas experimentados durante el síndrome de abstinencia físico, a veces acompañados de taquicardia.

Si una persona no puede superar por sí misma un problema de adicción, debe buscar cuanto antes ayuda profesional con un especialista en  tratamiento de adicciones , sobre todo si ya ha sufrido recaídas. La recuperación definitiva es posible con el apoyo adecuado.  

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